Situado en el último tramo de la escalera principal, que da acceso a la galería alta, es un artesonado relativamente pequeño, muy similar al del primer tramo de escalera, cuyo diseño se realiza exclusivamente mediante racimos y cubos de mocárabes de base cuadrilobular que se van alternando para formar una composición en damero de cuyas intersecciones cuelgan racimos menores de mocárabes. Se llama racimo a la composición que cuelga de un nabo central y cubo a la forma negativa del racimo que adquiere forma cupular. Aunque el mocárabe es un elemento imprescindible en toda la carpintería de lazo española, sin embargo, son muy escasas las techumbres construidas con éste como elemento exclusivo, lo que junto al diseño cuadrilobular hace la singularidad de este artesonado. El mocárabe se compone de tiras prismáticas de madera, “adarajas”, agrupadas alrededor de una pieza normalmente ochavada formando generalmente un polígono regular. En definitiva, la originalidad de este artesonado radica tanto en su composición general de dieciocho piezas cudrilobulares concavas y convexas colocadas “al tresbolillo”, tres a lo ancho y seis al largo, como en que su motivo fundamental, los racimos y cubos de mocárabes, se independizan totalmente de las composiciones de lacería tradicionales de la arquitectura hispano musulmana.
Toda la superficie del alfarje esta dorada y policromada con motivos vegetales y tintas planas que van del ocre al verde pasando por el negro. El alfarje se cierra con un pequeño arrocabe, idéntico en tamaño y diseño al del primer tramo de la escalera, con la única diferencia de que la solera (moldura de cierre) de uno de sus lados cortos ha de adaptarse al medio círculo que dibuja el arco de acccceso a este espacio, reduciendo el friso, en dicho lateral, a una franja mínima. Tocadura y solera (moldura alta y baja del arrocabe) están doradas y adornadas con motivos vegetales y el friso está policromado con grutescos a tempera y oro cubriendo todo su perímetro. El motivo central de estos grutescos es una figura antropomórfica alada de quien parte, a ambos lados simétricamente, un motivo vegetal, en forma de cuerno de la abundancia, del que surge otro ser antropomórfico que con una mano recibe una serpiente que le entregan un putti y con la otra sostiene una corona de laurel que enmarca ora las armas de los Enríquez ora las de los Ribera. El fondo de este friso está pintado alternativamente, por mitades, de verde y azul
El alfarje está compuesto por dos piezas de tablazón de pino flandes unidas mediante travesaños de nogal.