La genealogía mítica, cuya pretensión es apologética 
y no histórica, sitúa el origen de la Casa de Cardona en la descendencia de una hermana de Carlomagno, Argencia, casada con un Folc de Anjou, de donde procedería el patronímico Folc de este linaje.
La Historia documentada de esta Casa comienza a fines del siglo IX con los vizcondes del Condado de Osona, el 879 es la primera noticia de un conde de Osona .
En la época carolingia los vizcondes eran altos dignatarios auxiliares de los condes que ejercían sus funciones delegadas en todo el
condado. Había por tanto vizcondes pero no vizcondados. Estos vizcondes poseían extensos patrimonios territoriales situados en su mayor parte dentro de su propia jurisdicción. Con el tiempo, el más importante de sus feudos, o en el que residían habitualmente va a dar nombre al linaje y también a su titulación jerárquica. La mayoría de los vizcondes no van a conseguir convertir sus dominios patrimoniales en vizcondados. El primero en hacerlo es el vizconde de Osona, quien tras la reconstrucción de la fortificación más importante de su jurisdicción, el Castillo de Cardona, y la repoblación de este lugar en el año 986, cambiaron su denominación por la de Vizcondes de Cardona. Este topónimo no solamente denominó al título, sino que al tener este caracter hereditario también patronímico del linaje que lo poseía (signo de identidad del linaje) y finalmente del territorio que dominaba. Los vizondados acabaron siendo estados autónomos ligados por vasallaje únicamente al conde de Barcelona.
Mantuvo siempre la denominación de Cardona pese a que cambió dos veces de varonía.La varonía es Claramunt desde Bernardo Amat (c. 1103, p. 53 de els Barons) y Pallars desde el hijo de de su bisnieta Anglesa y Ramón V de Pallars Jussà, Guillermo de Cardona. No hereda el condado de Pallars Jussá, porque Ramón tenía una hija, Valença, de su anterior matrimonio.
De las tres casas vizcondales que atraviesan toda la Edad Media Cabrera, Rocabertí y Cardona, es esta la más importante y el único de los linajes de la antigua alta nobleza que superó la crisis económica y política que afectó a toda la nobleza catalana en la baja Edad Media. Según Santiago Sobrequés su unión con la Casa de Prades y las minas de sal que poseyeron les permitió llegar a la Edad Moderna "gaudint d'una opulència i una privança props dels reis que contrastaria vivament amb l'apartament i la decadència de la resta dels antics llinages del país" .
Por la situación geográfica del vizcondado de Cardona, en el centro geográfico de Cataluña la Vieja, van a unirse por estrechos lazos de sangre con casi todas las grandes casas catalanas, especialmente con las de los condados occidentales y pirenaicos, por lo que van a servir de intermediarios entre la corona y aquellas.
Aunque los vizcondes de Cardona desde muy pronto gozaron de gran autonomía y algunos de ellos destacaron en los siglos XII y XIII, como Bernardo Amat de Cardona, cuñado de Ramón Berenguer IV y gran personaje de su corte a quien va a acompañar en muchas de sus campañas militares o Ramón Folc IV que encabezó la rebelíon nobiliaria de 1274 que reunió a los condes de Ampurias, Pallars y Urgell y a muchos otros magnates, va a ser a fines del s. XIV cuando tengan un decisivo protagonismo. Ramón Folc V (el prohombre). La ocasión: la defensa de Cataluña en 1285 contra la invasión francesa que afectó sobre todo al condado de Ampurias. Fue el heroe de la defensa de Gerona en la que se ganó el sobrenombre de "el prohombre".
(Continuación pendiente de redacción).
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